12 de octubre de 2011

Capitulo 13

Pues si, tuve que desvelar yo misma todo a la policía, Dafne había muerto por su causa, pero no le iban a echar las culpas al pobre Liam, que ya por lo menos no estaba en la cama, pero que bien tampoco se sentía.

- Muchas gracias por todo lo dicho, señorita Nelson.- Dijo la policía mientras se iba.

Mi madre, tras tal cosa, estaba de acuerdo con prepararme ella msima algunas cosas para las maletas, ya que veía que no me sentía bien y que tenía ganas de estar con Liam.

Los dos estábamos en su cuarto, Liam sentado en la cama y yo mirando sus posters. Todo el mundo se había ido, Liam no me hablaba, no quería que todo lo nuestro acabe.

- ¿ Y bien... ?- Dije yo en espera de alguna respuesta.
- ¿ Y bien qué ?- Dijo Liam sonriéndome, aunque pálidamente.
- ¿ Que cómo estás ?- Dije yo sonriéndole y sentandome a su lado.
- No se... mi madre... la he matado y a pesar de ello, no me siento... ni asesino ni... triste por ella.

Le sonreí:
- Eso es porque no la querias tanto.. ¿ no ?
- La odiaba, desde que papá se fue, la odio con todas mis ganas. La cosa es que... ahora estoy solo.

De pronto, mi madre apareció de nuevo en la habitación:
- Amy, querida. Todo está preparado. Han venido Stella, Yolly y Orlan para despedirse.

Sonreí a mi madre, luego a Liam, me levanté y bajé en seguida para ver a las tres amigas.
- ¡ AAAAMYYYYYY!!! Gritaron las tres a coro, casi llorando, abrazándome. ( Y eso que solo eran compañeras de clase, no sabía que me echaban tanta cuenta como para poder llorar)-

- Vamos a echar mucho de menos tus malas notas...- Dijo Stella sonriéndome y luego abrazandome fuertemente.
- Jo... verdad... te vamos a echar de menos e... ¡ vente aquí de vez en cuando ! ¡ Y escríbenos !- Dijo Yolly con una enorme sonrisa.
- Si... yo me voy a hacer un tuenti, al decirle que te ibas, ¡ mi madre me ha dejado !- Dijo Orlan.

Nos reimos un montón, mi madre me miraba con una sonrisa, yo le devolví la sonrisa.

Cuando las tres se fueron, me despedí de Liam y nos fuimos mi madre y yo a llenar el camión de maletas y de los muebles que mas nos gustaban. Cogí mi viejo estudio de madera blanca, era algo viejo, pero me traía muchos recuerdos.

Cuando llenamos el camión, mi madre y yo comimos en una pizzeria. Lo bueno era que hoy ni toda esta semana no iba a trabajar a causa de la mudanza. Tenía que aprovechar para contarle todas las cosas que me habían pasado estos dias. Mi madre me contó algunas cosillas gfracias que le paso en el trabajo, hasta que volvio a hablar de lo de Liam, diciendo que le daba mucha pena lo ocurrido.
Yo le dije lo que me pasaba con Liam, que nos queriamos muchisimo y que ahora si que no me queria marchar al ver el estado de Liam.

- Ahora, se encuentra solo... me da mucha pena, mamá. Como tu sabrás me gusta mucho y... me duele mucho tener que separarme de él.
- Cuando era pequeña, me pasó lo mismo. Mas o menos.
Le miré, le sonreí y mi madre me emepzó a contar:
- Me gustaba un chico, era el mas listo y el mas alto de todo el instituto. Lo considerábamos, mis amigas, yo y todas las chicas del instituto el mas guapo y el mas popular entre todos los chicos de nuestro isntituto. Puedo decirte que estaba loca por el los ulitmos dias, hasta que el dia en que mis padres quisieron mudarse, fue el dia justo en que me dijo él mismo que me quería.

- ¡ No me digas ! Vaya... que pena.
- La berdad es que si. Mis amigas estaban celosas, pero a la vez aliviadas que ya no iba a estar con el.- Dijo mi madre entre risas.

Lo mal que tendria que estar antes y lo bien que se encuentra ahora.
- Mamá... pero yo no quiero irme.
- Irse, seguro, mi amor. No podemos dar marcha atrás, lo lamento mucho...
- Mamá, todavia no me as explicado claramente por qué nos mudamos.
- Cariño, tengo que trabajar cerca de Bridgetones para mi trabajo, los siento mucho, cariño...

No dije nada, me zampé medio bocado de pizza. Miré de nuevo a mi madre.
- Cariño, creo que si Liam estuviese en Bridgstones... te haria feliz, ¿ no ?
- ¡ PUES CLAROO !- Dije yo riéndome.
Mi madre se rió conmigo.

Al pagar la cuenta, salimos de la pizzeria Don Tomate (le pusieron ese nombre porque el dueño es muy gordo y siempre se enfada y se pone rojo, todo el mundo le llama El Tomate ).

Caminamos hasta la casa, solamente estaba mi viejo colchón, tirado en una esquina de la casa, con mi pequeño neceser color lila a lunares blancos, con mi cepillo de dientes, con la pasta y lo necesario para pasa mi última noche en Transville.

No se si podré suportarlo, espero que el tiempo arregle todos mis problemas...

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