Bajé de mesa para lavar mi vaso y sentarme en el sofá. Encendí la tele, "descubre la nueva generación de..." blah blah blah...
"Únete al club de..." blah blah blah...
Mi madre apareció detras de mi.
- Hola, Amy. Te has levantado muy temprano... ¿ no ?
- Si- Dije sin mirarla, atenta a la tele.
Mi madre apagó la tele.
- ¿ Qué haces, mamá ?- Dije al girarme hacía ella.
- Cariño, tengo que hablar contigo.
- Si, pues ahora no tengo ganas.
- Es que siempre me dices que no tienes ganas. Cariño, tengo que hablar contigo sobre... sobre ti y los demás.
La miré con cara de asesina, eché mis mechas castañas detrás de la oreja, suspiré y mi madre se sentó junto a mi.
- A ver, ¿ qué pasa ahora ?
- Es sobre Geremi.
- Joder, mamá. No quiero hablar de chicos en estos momentos.
- Cariño...
- ¡ Qué te calles !- Dije levantandome.
Abrí la puerta, la cerré de golpe y me fui lejos de mi casa. Me dirigí al parque.
Se que no me comporté bien con mi madre, que seguro que estaba apenada o que seguramente ahora me odiaba y me esperaba una buena al volver a casa. Pero no quería hablar con nadie, ni siquiera con... ¡ nadie !
Vi unas niñas en los columpios, tendrían al menos unos seis o siete años. Estaban contentas, girando alrededor de los columpios y corriendo de un lado a otro.
Me senté en un banco de piedra que había cerca de los columpios, y me quedé mirando a las chicas.
- Vaya...- Dije suspirando.
De pronto, alguien se sentó a mi lado.
- ¡ Cody !- Dije de pronto.
- Hola, Amy... ¿ qué haces aquí sola ?
- Lo mismo te digo, ¿ donde está Louna ?- Dije asombrada.
- Está enferma, está descansando en su casa, su madre no quiere que salga.
- Am, espero que se recupere.
- Bah, no es grave, pero ya sabes como son de exageradas las madres.
- Y que lo digas- Dije.
Estuvimos un tiempo en silencio, estaba mirando las niñas de nuevo.
Cody dijo entonces:
- Y bueno, ¿ cómo estás tú ?
- Peor que nunca.- Dije sin quitar la vista a las niñas.
Cody me miró asombrada.
- ¿ Cómo ?
- Es que... es por lo de LIam, Geremi y todo ese lío. Ay veces en las que tengo ganas de desaparecer por completo, no tener problemas ni... ni nada.
Cody me sonrió, le devolví la sonrisa y seguí hablando:
- A veces, tengo ganas de volver a ser la Amy de siete años, la pequeña que siempre sonreía, que no tenía problemas, ni mal de amores, siempre con sus padres a su lado y...- De pronto, mis lágrimas volvieron a salir.
¡ Qué mierda ! ¡ Estoy mas que harta ! ¡ Siempre llorando cada dos por tres !
De pronto, Cody me abrazó, muy fuerte, una enorme calor me hundió el cuerpo... hasta llegar a las mejillas. PArecía como si estuviese abrazando a un oso. Estaba realmente bien, como si todos mis problemas se fueran volando de pronto. Era una sensación agradable, me sentía libre.
- Amy, con el tiempo todo terminará por arreglarse. YA verás.
Entonces, también emepcé a abrazarlo, fuerte, estaba llorando. Entonces comprendí una cosa.
- Habla con tu madre sobre tus problemas, tal y como haría una pequeña de siete años.
Entonces, paró de abrazarme, yo no quería que me suelte, pero bueno.
- Si, muchas gracias, Cody. De veras, muchas gracias...
- Bah, no es nada. Es solo decir lo que pienso y ya está.
Le sonreí, me sonrió.
- Me tengo que ir. Habla con tu madre, se la Amy de siete años que tanto deseas encontrar.
Entonces empecé a reir.
Me levanté junto a él, me abrazó, pero esta vez fue muy rápido.
- Adiós.
- Si... Adiós.
Lo vi marchar poco a poco.
Al caminar hacia mi casa, estaba muy pensativa.
Estaba pensando en que antes de toda esa fiesta, estaba la mar de bien, con que... voy a volver con Geremi, Liam será mi amigo y le diré que eso de que caí enamorada de él era mentira, era para ponerle celoso a Geremi, y Cody seguirá siendo uno de mis mejores amigos, el que siempre me ayudará en mis problemas, al igual que mi madre.
Ese era mi plan, pero había algo que me frenaba y no sabía que. No lo sé. Estaba con un presentimiento de que me faltaba algo, que algo no iba bien, que me faltaba... de algo que no tengo ni idea de que.
Entré en casa. Subí las escaleras y ahi estaba mi madre, planchando.
Me acerqué a ella y le abracé por detras.
- Mamá... Perdona...
Baila cuando quieras, sonríe cuando te apetezca Ríe aunque no te haga gracia Riete de los serios Riete de tus problemas... Eso es Vida |
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